Académico UTEM Miguel Muñoz Asenjo y encuentro del BID: “Es una instancia para compartir conocimiento sobre comercio internacional”

Autor: Daniela Arce V.|
El docente de la Escuela de Comercio Internacional de nuestra universidad forma parte de un grupo de profesionales e investigadores de toda América Latina invitado por el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del Banco Interamericano del Desarrollo (BID).

Con una línea de investigación enfocada en el cambio tecnológico que caracteriza hoy al comercio internacional, el doctor y profesor de la Escuela de Comercio Internacional UTEM, Miguel Muñoz Asenjo, es seleccionado en la convocatoria efectuada por el BID INTAL y otras organizaciones, dirigida a investigadores jóvenes de América Latina con la idea de reflexionar en torno a los desafíos actuales en el comercio internacional y la integración regional.

El académico UTEM forma parte así de un equipo de profesionales latinoamericanos que se reúnen entre agosto y noviembre de este año para debatir cómo fortalecer caminos comunes en la región ante las tareas del intercambio comercial global.

¿Qué le parece haber sido seleccionado para participar en este encuentro?

– Es una oportunidad para mi desarrollo profesional y mi línea de investigación, dándome también la alternativa de generar redes con otros académicos y otras académicas. En el ámbito del comercio internacional, y particularmente de la integración regional latinoamericana, la convocatoria fue dirigida a jóvenes investigadores de distintos países de América Latina. Cada uno de los participantes tiene determinadas líneas de investigación con distintos aspectos del comercio internacional, que están vinculados con algunas zonas de integración de América Latina. Por ejemplo, hay algunos investigadores que se dedican a estudiar la Comunidad Andina, otros analizan el Mercosur y otros la Alianza del Pacífico.

¿Cómo se siente al representar la carrera y la universidad en esta instancia?

– Me anima mucho mostrar mi trabajo y discutir los resultados con otros colegas. Esto es especialmente importante para los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Comercio Internacional, porque a fin de cuentas es poco lo que uno gana si se genera conocimiento y sólo se comparte entre pares sin transmitírselo a las y los estudiantes.

Voy a tener la oportunidad de compartir mi experiencia con ellas y ellos, pero también los aprendizajes que vaya adquiriendo de esas discusiones.

¿Cómo es el trabajo con los investigadores y las investigadoras en esta instancia BID INTAL? ¿Por qué es importante que exista esta diversidad de visiones?

– Como parte del trabajo en el que vamos a participar, se van a establecer vínculos con quienes trabajan o investigan sobre aspectos comerciales de la Alianza del Pacífico. Es una oportunidad para desarrollar mi línea de investigación y, además, me permite compartir, discutir y debatir con otros y otras colegas que están indagando líneas de investigación similares o cercanas, pero relacionadas siempre al comercio internacional.

En términos generales, es una instancia rica por ser una instancia de divulgación y de discusión de ideas. Por eso es importante que participe una variedad de representantes de distintos países, en el que cada uno hable su línea de investigación, porque enriquece en términos de aprendizaje, dando a conocer hallazgos que se han hecho en las distintas investigaciones, por ejemplo.

En términos específicos, me sirve mucho porque a nivel nacional no somos muchos los investigadores que ponemos atención o que estamos trabajando en la línea de facilitación del comercio. Hay muchos investigadores de comercio internacional, obviamente, y es una cuestión bastante interdisciplinaria. Hay desde el Derecho, que estudia normas de comercio internacional; y Economía, que estudia el comercio internacional desde la perspectiva de modelos econométricos, entre otros.

¿Por qué le parece necesario que existan estas instancias para ahondar y reflexionar sobre esta temática?

– Es importante la participación en este tipo de instancias o que se generen estos encuentros al alero de una entidad como el BID, porque demuestra que están interesados en que las nuevas generaciones reflexionen sobre la actualidad y el futuro de la integración regional y el comercio internacional.

Que una entidad internacional como esta reconozca y valore de alguna forma esta instancia de debate entre investigadores e investigadoras, es valioso porque nos permite conocer diversos trabajos en ámbitos similares. Además, desde el punto de vista que se trata de una institución que más allá de su tarea en el ámbito de financiamiento a los Estados, también genera o busca promover conocimientos sobre el comercio internacional y aspectos relacionados.

¿Cuál es su expectativa de lo que se logre con este encuentro?

-Bueno, son tres encuentros virtuales. El primero es una sesión plenaria que se desarrolla en agosto. El segundo encuentro es una sesión donde nos vamos a reunir para hablar de determinadas zonas de integración. Yo me enfoco en la Alianza del Pacífico, pero hay otros colegas que van a trabajar en el ámbito del Mercosur y otros en la Comunidad Andina.

Tengo expectativas de que nuestras discusiones sean complementarias. Ojalá pueda hacer propuestas, reflexiones y ofrecer reflexiones sobre el ámbito de la facilitación del comercio.

¿Cuáles son –a su juicio- los principales retos en comercio internacional aplicado en Chile y en América Latina?

– Desde el punto de vista de mi área de estudio, Chile enfrenta un reto que es bien importante, pero que ya teníamos que haber asumido. Chile, junto con México y Perú, es uno de los países más abiertos en términos comerciales de América Latina. Nuestro país ha firmado muchos acuerdos de libre comercio, lo que generó que se incrementaran las exportaciones e importaciones.

Sin embargo, eso plantea un desafío relacionado con la facilitación del comercio. Cuando un país recibe y manda cada vez más mercancías al extranjero, debe agilizar los procedimientos en las fronteras para que los productos puedan ingresar o salir de manera más rápida, sin que estos tengan que ser almacenados, demorando mucho tiempo, lo que significa asumir muchos costos.

Esa tarea está inconclusa o incompleta. Chile ha progresado mucho en términos de intercambio de bienes, pero la infraestructura por las cuales se intercambian esos bienes no está acorde al desafío de grandes modelos de exportación e importación. El desafío, por lo tanto, pasa por ahí centralmente, diría yo, al menos desde el punto de vista de lo que yo trabajo.

En el mundo este reto se ha abordado utilizando ciertas tecnologías. Chile también lo hecho, recurriendo a la digitalización de documentos. Pero todavía es necesario digitalizar con mayor velocidad. También hace falta que el país incorpore nuevas tecnologías como el blockchain para la gestión de datos en el comercio internacional o el uso de la Inteligencia Artificial.

Otro desafío es aumentar los niveles de seguridad en la cadena logística y, particularmente, en la capacidad que tengan las aduanas para ofrecer a la población certezas de aquellos productos que ingresan y que salen del país son seguros.

América Latina, por su parte, enfrenta desafíos similares a los nuestros. De hecho, la cuestión de la seguridad es un tema global, que se origina con el atentado contra las Torres Gemelas en el año 2001. Desde ese momento, las aduanas comienzan a poner más atención al ámbito de la seguridad, principalmente en países angloparlantes.

¿De qué manera se está implementa las tecnologías que usted señala en el comercio internacional?

– El Banco Interamericano de Desarrollo y los países de la Alianza del Pacífico, por ejemplo, están trabajando en la posibilidad de integrar tecnologías como el blockchain, porque hay una parte gigantesca del comercio internacional que tiene que ver con flujo de información. Para la exportación de un producto determinado se requieren por lo menos cuatro o cinco documentos, los que hasta hace no muchos años se tramitaban de forma física. Esos papeles se tienen que enviar al comprador o el vendedor en el extranjero.

Una de las cuestiones centrales en el comercio internacional, es el flujo de la información relacionada con esos bienes y servicios que se están trazando. Cuando se vende un producto a China, resulta que un barco se demora, dependiendo del itinerario, cuarenta días en llegar, pero al vendedor y al comprador en ese país se le debe enviar la información de forma inmediata. Es decir, la información la recibe el cliente en China en un segundo, pero el barco se demora 40 días. Entonces, tenemos el flujo de información y el flujo de bienes.

Como la cantidad de información y datos que se deben gestionar es tan grande, del blockchain o la cadena de bloques puede apoyar este trabajo. Y el Internet de las Cosas también podría ayudar a reconocer las características de los productos que están dentro de los contenedores, por ejemplo.

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