Proyecto “FAE te quiero verde” va por su segunda etapa
Autor: Daniela Arce V.|
Tras un año en que la FAE cambió de cara a una más verde, aún queda por seguir trabajando en busca de reverdecer las dependencias y seguir creando conciencia sobre la importancia de la sustentabilidad entre la comunidad.
Con esto en mente, para la académica de Bibliotecología y líder del proyecto, Ingrid Espinoza, era clave volver a postular la iniciativa, considerando la naturaleza de la misma: “Quien ha hecho alguna vez jardín sabe que es un trabajo constante, hay que mantenerlo. Las plantas van sufriendo con el clima y los ambientes, hubo algunas que en el primer periodo no se adaptaron. Sabíamos que no alcanzaríamos a hacer en el primer proyecto lo teníamos pensado, así que habría que complementar con un segundo y ojalá tercer proyecto”.
En este aspecto, el equipo conformado en una primera instancia por Espinoza Cuitiño; el funcionario César Quinteros Parra; la directora de la Escuela de Bibliotecología, Nicol Coccio Muñoz; y la estudiante Silvana Montenegro Aguilera, se suman otros, entre estudiantes, administrativos y funcionarios, llegando a 15 miembros.
Voto de confianza
Sobre el haber sido seleccionados por segunda vez, la directora del proyecto explica que para el equipo fue muy importante. “Es un voto de confianza de la unidad de sustentabilidad del programa a lo que se hicimos en la fase inicial, así que queremos hacer una buena inversión de los fondos y ojalá multiplicarlos”, indica Espinoza.
Con los fondos adjudicados ($1.500.000), se espera cumplir con tres objetivos principalmente. El primero es renovar los espacios del primer proyecto, reponiendo algunas plantas que secaron o comprar más de las especies adaptadas. También se espera crear otros seis nuevos espacios verdes, como uno con hierbas medicinales, y un tercer objetivo es habilitar el hall con plantas y bancas hechas de pallets.
Con la experiencia de la primera fase, Ingrid explica que se desarrollarán al menos dos jornadas de plantación, tendrán mayor conocimiento del tipo de plantas que se adapten al entorno y se hará extensiva la propuesta a más carreras. “Ahora queremos hacer algo más estratégico para que se comprometan quienes les gusta este tema. Pueden venir alumnas/os solos o en grupo”, indica Espinoza.
Los fondos también permitirán hacer varias actividades con respecto a la formación medioambiental. “Queremos también hacer un trueque de plantas con el que el año pasado tuvimos éxito. Es una actividad muy bonita, así que ideas no nos faltan, pero a veces nos falta el tiempo”, agrega la académica.