El Palacio Pereira, en el Centro de Santiago, recibe a jóvenes de diferentes casas de estudio que colaboraron en el recién pasado Día de los Patrimonios. En la instancia alumnas y alumnos de Ingeniería en Gestión Turística UTEM reciben una certificación que reconoce su labor durante la importante fecha.

Se trata de 29 estudiantes, de primer a quinto año, quienes participaron mediante dos actividades. Un grupo de 14 estudiantes se desempeñó de forma voluntaria en el Complejo Deportivo Juan Pinto Durán durante las dos jornadas en que se desarrolló el Día de los Patrimonios, encargándose de ser guías de ruta, de apoyo y fijos, además de coordinadores/as y anfitriones/as. En total, se realizaron 72 visitas guiadas y se recibieron más de 2.000 visitantes.

El otro grupo, compuesto por 15 alumnas y alumnos, de segundo a quinto año de la carrera, del electivo “Transformación digital aplicada a la industria del turismo”, participó elaborando códigos QR que se implementaron en el Barrio Concha y Toro. El estudiantado identificó una brecha en torno a la transformación digital y presentó una propuesta de códigos QR que permitieron a los visitantes acceder de manera independiente a información de las principales locaciones de la Zona Típica.

Partícipes de la cultura chilena

Marfilda Sandoval Hormazábal, jefa de la carrera, dice que, “este tipo de actividades son importantes, sobre todo para las y los alumnos de turismo, porque empiezan a conocer desde el escenario los recursos turísticos, de cómo lo que a veces conocemos de forma cotidiana lo empezamos a ver con una óptica turística”.

Sobre la ceremonia de premiación, Andrés Sarmiento, docente del electivo, indica que “me parece muy bien. Los estudiantes necesitan ser motivados constantemente y este tipo de reconocimientos les permite promover su seguridad y confianza en sí mismos. Que el Consejo de Monumentos Nacionales organice una ceremonia para ellos, no sólo les confirma que son ´buenos´ y ´capaces´, sino también que valoran el trabajo realizado y el compromiso con el Día de los Patrimonios. Además, este tipo de certificados les permite enriquecer su currículum”.

Las y los estudiantes que reciben su estímulo creen que este tipo de instancias permite motivar a que más jóvenes hagan voluntariado. Fabián Arce Quintana y Javiera Ríos Varela, ambos de quinto año, que participaron como voluntarios en Juan Pinto Duran, valoran la entrega de este certificado.

“Es una buena iniciativa, porque se incentiva a los jóvenes a participar. Es una instancia importante y linda para hacer partícipe de la cultura chilena, así que está bien”, dice Arce. En tanto que Ríos agrega que “esta certificación pone en valor participar en estas actividades, adquiriendo experiencia en el rubro”.

Sobre su paso por el complejo, Fabián Arce dice que “fue una experiencia maravillosa, y estaba contribuyendo al patrimonio. Me gustó el programa de voluntariado. Pretendo trabajar en mi tesis algo similar a lo que fue la actividad”. Javiera Ríos comenta que “me llamaba la atención, porque está relacionado con el tema deportivo, que trataré en mi tesis”.

Pese a no haber participado anteriormente en actividades relacionadas con el Día de los Patrimonios, Benjamín López Ovalle, de segundo año, dice que “trabajar para el barrio Concha y Toro fue bastante entretenido. Fue mucha gente la que usó los códigos QR que se elaboraron”.

Primer acercamiento

“Para los estudiantes, sobre todo de primer año, ha sido una experiencia bastante notoria, porque no se lo imaginaban cuando se les convocó. Es la conexión que se genera desde que inician la carrera, porque seguramente los próximos años seguirán participando, quizá muchos más motivados y con ideas”, comenta Marfilda Sandoval.

Y Andrés Sarmiento complementa que “son estás las instancias en las que pueden colocar en práctica todos los conocimientos que adquieren en el aula, permitiendo que relacionen asignaturas para cumplir de la mejor manera las responsabilidades que asumen. Las competencias que desarrollan son liderazgo, iniciativa, autonomía, comunicación interpersonal, trabajo en equipo, resolución de problemas, entre otras. Y estas se conectan directamente con la aplicación de los conocimientos que cada uno de sus profesores les traspasa en el aula”.

Paula Sánchez Alvarado, alumna de primer año, quien fue voluntaria en Juan Pinto Durán, aplaude que se les haya integrado en esta ocasión: “Es genial que la jefa de carrera nos anime a participar y que se arriesgue con nosotros de esta manera. Nosotros le respondemos bien, porque participamos. Esto nos sirve para desenvolvernos en la carrera”.