Con el objetivo de facilitar información a quienes visitan el sector de barrio Concha y Toro en Santiago, considerado como Zona Típica, un grupo de quince alumnos y alumnas del electivo “Transformación digital aplicada a la industria del turismo” de la carrera de Ingeniería en Gestión Turística UTEM desarrollan códigos QR en distintos puntos del lugar.

El aporte estudiantil se presentó a la comunidad en el reciente Día de los Patrimonios, contando con una gran recepción de personas usuarias. Ha sido una forma innovadora de aplicar el conocimiento adquirido en clases, llevando a cabo el concepto de transferencia tecnológica.

Marfilda Sandoval Hormazábal, jefa de la carrera de Ingeniería en Gestión Turística, afirma que a través de electivos como el citado se busca “ver temáticas actuales, aquellos temas que van emergiendo. En este caso, año a año vamos buscando temáticas que sentimos que son necesarias para que los alumnos tomen estas herramientas y las apliquen en su campo profesional”.

De esta forma, el estudiantado puede aplicar el conocimiento adquirido en clases, buscando seguir fórmulas innovadoras, actualizadas y que lleven a cabo transferencia tecnológica. Por lo mismo, Sandoval Hormazábal afirma que a través de electivos como el citado se busca “ver temáticas actuales, por lo que año a año potenciamos aspectos necesarios para que los alumnos tomen estas herramientas y las apliquen en su campo profesional”.

Uso satisfactorio

En cuanto a la implementación de los códigos QR, Andrés Sarmiento, profesor del electivo “Transformación digital aplicada a la industria del turismo”, explica que “estos se usaron para simplificar las visitas y apoyar en el trabajo que iban a tener todos las alumnas y alumnos voluntarios el Día de los Patrimonios”.

Sin embargo, fue un reto, ya que parecía una tarea simple para el estudiantado, que suele estar ligado a la tecnología, pero “se dieron cuenta tras esta ejecución que no era simple, aunque fue la primera intervención de códigos QR, lo que fue significativo para ellos”.

Además, se destaca la motivación de las y los estudiantes, quienes trabajaron un mes en este proyecto, formando dos grupos de trabajo: uno dedicado al diseño y otro a la recopilación y redacción de los textos.

“Fue redescubrir aquellas cosas que a veces las perciben muy simples, pero verlas aplicadas es distinto. Cuando vieron las fotografías de cómo la gente utilizó lo que ellos hicieron, fue satisfactorio. Es gratificante que su trabajo se esté utilizando y generando una buena relación”, dice Sandoval.

Códigos que trascienden

Tras esta experiencia, los códigos QR están trascendiendo y se seguirán utilizando en futuras actividades que se harán en el barrio Concha y Toro. La directora de la Organización Cultural Barrio Concha y Toro Patrimonial, Alejandra Balboa, explica que “tenemos toda la intención de seguir implementando los códigos QR, porque es una ayuda en la difusión del barrio, no solamente del relato histórico, sino que también de los proyectos que se están haciendo”.

Es así como se espera implementarlos en fechas emblemáticas, como el Día de los Patrimonios o el Baile de Fantasía y Máscaras. Pero se espera que sean utilizados de forma periódica, estando instalados en fachadas de casonas del barrio y en lugares estratégicos, como en el Teatro Carrera o la Plaza de Libertad de Prensa.

“Es un tremendo apoyo para entregar información al público que visita al barrio de manera periódica, como turistas y personas que vienen de otras comunas o regiones, porque este barrio es una zona típica, muy emblemática de Santiago. No siempre estamos haciendo rutas guiadas donde se entrega la información con el relato histórico de la zona, por lo que el QR permite tener la información al instante. También nos ayuda a seguir difundiendo las actividades que se desarrollan en el Barrio Concha y Toro, como los distintos proyectos culturales y gastronómicos”, indica Balboa.

El sello UTEM

Sin duda que esta clase de actividades permite que la comunidad UTEM obtenga beneficios, al igual que los socios comunitarios. Además, dice Marfilda Sandoval, “entre los sellos de la universidad está la innovación y la responsabilidad social que tenemos, de generar instancias de vinculación y extensión. Entonces, creo que es un ganar-ganar”.

De esta manera, se realiza un aporte en este tipo de barrios y territorios y la universidad puede generar nuevos proyectos a financiar y cofinanciar. Desde ahí, “nosotros los tomamos y escalamos desde el Programa de Competitividad Turística”, agrega Sandoval.

Alejandra Balboa concluye diciendo que “quedamos muy agradecidos y nos gustaría seguir desarrollando este vínculo con la universidad para contar en las fechas emblemáticas con voluntarios y voluntarias mientras nosotros ofrecemos nuestro centro cultural para que puedan reunirse y traer público para hacer rutas guiadas en las prácticas”.